Las etiquetas flexográficas han conquistado un nicho significativo en la industria de etiquetado, destacando por su versatilidad, alta calidad de salida y costo-efectividad. Estas etiquetas se producen utilizando el proceso de impresión flexográfica, que implica la transferencia de tinta desde una placa de relieve flexible al sustrato de la etiqueta. El proceso comienza con la creación de una placa flexográfica. Se utilizan comúnmente placas de fotopolímero o goma, con las placas de fotopolímero ofreciendo capacidades de alta resolución. Pueden reproducir con precisión detalles finos, texto pequeño y gráficos intrincados, lo que las hace ideales para etiquetas donde los logotipos de la marca, la información del producto y los códigos de barras deben imprimirse clara y precisamente. La placa luego se monta en un cilindro de la prensa flexográfica. Las tintas de impresión flexográfica desempeñan un papel crucial en la calidad de las etiquetas. Están disponibles en varios tipos, incluidos a base de solventes, a base de agua y curables con UV. Las tintas a base de agua son cada vez más populares debido a su menor impacto ambiental, ya que contienen menos compuestos orgánicos volátiles (COV). Estas tintas pueden producir colores vibrantes y ofrecer buena adherencia a diferentes sustratos de etiquetas. Por otro lado, las tintas curables con UV proporcionan secado instantáneo y excelente durabilidad, haciendo que las etiquetas sean resistentes a la abrasión, la humedad y el desvanecimiento. Las etiquetas flexográficas se pueden imprimir en una amplia gama de sustratos. El papel es una opción común, ofreciendo buena imprimibilidad y un aspecto natural. Puede procesarse aún más con recubrimientos para mejorar su durabilidad y apariencia. También se utilizan comúnmente filmes plásticos, como polietileno (PE), polipropileno (PP) y poliéster (PET). Proporcionan flexibilidad, resistencia a la humedad y transparencia, dependiendo de los requisitos específicos de la etiqueta. Los filmes metalizados pueden añadir un efecto premium y llamativo a las etiquetas. Las aplicaciones de las etiquetas flexográficas son extensas. En la industria alimentaria y de bebidas, se utilizan para el etiquetado de productos, proporcionando información sobre ingredientes, datos nutricionales y fechas de caducidad. Su resistencia a la humedad y la capacidad de mantener la calidad de impresión bajo diferentes condiciones de almacenamiento los hacen adecuados para este sector. En la industria farmacéutica, las etiquetas flexográficas deben cumplir con estrictos requisitos regulatorios. Deben ser duraderas, evidentes ante manipulación indebida y capaces de mostrar información médica importante con precisión. La calidad de impresión y la legibilidad de la etiqueta son de suma importancia para garantizar la seguridad del paciente. Además, en la industria de bienes de consumo, las etiquetas flexográficas se utilizan para mejorar la identidad de marca. La capacidad de imprimir en múltiples colores con alta precisión cromática permite a las marcas crear etiquetas visualmente atractivas que destaquen en las estanterías de las tiendas. Con la creciente demanda de personalización, la impresión flexográfica también puede adaptarse a la producción de etiquetas en cortas series, permitiendo a las marcas introducir nuevos productos o líneas de edición limitada con diseños únicos de etiquetas.